En un breve resumen de la biografía de Fernando Botero se trata de una celebridad nacida en Colombia por sus obras esculturales y en la pintura donde además no solo destaco en su país sino a nivel internacional.
Nació en Medellín en el año 1932 siendo increíble que su formación artística fuera más que todo autodidacta por tanto hablamos de uno de los mayores talento en el mundo que aún sigue con vida, actualmente se encuentra domiciliado en Italia, Nueva York y Mónaco.
Inicios de Fernando Botero
Aunque hablemos de un talento artístico nacido en Colombia, exactamente en la ciudad de Medellín en el año 1932 en el mes de abril día 19 fue en un principio motivado para torero con ayuda de su tío pues su padre fallece cuatro años después de haber nacido.
Sin embargo no se encuentra solo, su madre Flora Angulo así como también su hermano mayor Juan David el cual nació 4 años antes.
En el año 1938 inicia su educación básica en el Ateneo Antioqueño y su etapa de bachiller en la bolivariana, poco se podía decir de sus talentos en el arte en esta época por tanto creció como un chico de Medellín común y corriente.
Fernando Botero Torero
Como decíamos anteriormente, en el año 1944 entra en una escuela para toreros donde su tío no se imaginaba que su verdadero talento se encontraba en el arte; donde pudo verse evidente cuando realizó una pintura en acuarela de un torero.
Debido a un percance con un toro decide a dejar esta profesión que en realidad no le apasionaba y en el año 1948 Fernando Botero realiza su primera exposición de arte en este año.
Primeros Estudios en el Arte de Fernando Botero
Por su cuenta, este artista iniciado descubre muchos estilos y arte por su cuenta mientras realiza ilustraciones para un periódico llamado El Colombiano que le ayuda a pagar su matrícula en la escuela Bolivariana.
Sin embargo un dato curioso que hasta hoy en día es debatido es su expulsión de la escuela bolivariana debido a que realizó una ilustración considerada “obscena” por tanto fue obligado a culminar sus estudios en otro liceo, donde lo acogió el Liceo Universidad de Antioquía.
En esta etapa de Fernando Botero podemos darnos cuenta que desde muy joven tenía interés en las técnicas de Francia, Italia, Nueva York y Montecarlo debido a que sus pinturas y estudios de esculturas, estaban basados en estas técnicas.
Primeros viajes realizados
Al terminar sus estudios iniciales y secundarios, en el año 1950 se traslada a Bogotá donde estuvo en contacto con muchos intelectuales y algunos de ellos capaz no eran muy reconocidos en aquella temporada pero pronto demostraron su valía en el arte
En el año 1951, Fernando Botero realiza dos exposiciones que fueron reconocidas como sus primeras de manera profesional o mejor dicho cuando ya se ha decidido a dedicarse al arte. Ambas exposiciones le dieron el reconocimiento inicial en toda la ciudad de Bogotá.
Se movilizó hacia la Costa Caribe Colombiana donde se residenció en su pensión de Isolina García, otro dato curioso de Fernando Botero es que su estadía lo pago con un mural. Al poco tiempo volvió con su pintura titulada Frente al Mar que logró el segundo lugar en el Salón Nacional de Artistas edición IX.
Formación en Europa de Fernando Botero
Aunque fue el segundo lugar, debemos aclarar que es una posición bastante asombrosa pues son muchos los participantes que estuvieron en esa edición, además el premio fue una suma bastante importante, sobre todo para afianzar los planes de Fernando Botero para su viaje a España.
Específicamente a Barcelona, en el barco de Italia “Uso Dimare”, donde viaja a Madrid y se establece rápidamente para aprender en la Real Academia de Arte en San Fernando. Garantiza su sustentabilidad realizando dibujos y pinturas fuera del Museo del Prado.
En medio del año 1953, pasa parte de la estación de verano con Ricardo Irragarri, amigo muy cercano donde llega a mudarse junto a él en Florencia, donde se inscribe en la Academia de San Marcos donde sus obras a partir de ahora fueron influenciadas por el estilo del renacimiento italiano.
Entre los libros favoritos de Fernando Botero los descubre en esta etapa de su vida, sobre todo con “Los pintores italianos del renacimiento” de Bernard Berenson así como también el Díptico de Batalla de San Romano dentro de la galería Uffizi.
Vuelta a Colombia y su nuevo viaje a México
Como habíamos dicho anteriormente en la biografía corta de Fernando Botero podemos darnos cuenta que sentía atracción por la gran influencia de pintores en México sin embargo vuelve a Colombia para mostrar sus nuevas obras.
Pero se sintió sorprendido luego de que su exposición en el año 1955 de Fernando Botero no tuviese la receptividad que esperaba pues sufrió muchas críticas donde hoy en día puede decirse que fue a causa del revuelo por la vanguardia francesa (estaba de moda).
No del todo salió mal en esta experiencia, pues conoció a Gloria Zea donde se casó como por “amor a primera vista” y en 1956 viajan juntos a México donde busca reinventarse con ayuda de las obras de Alejandro Obregón y Rufino Tamayo.
Por tanto se trata de una nueva experiencia completamente nueva para Fernando Botero, donde decide estudiar nuevos estilos más acordes para la época. Los resultados se observaron en Nueva York, al año siguiente (1957), donde el éxito empieza a aumentar.
Nueva Etapa de Docente
Regresa en 1958 a Bogotá por una oferta para impartir clases en la Universidad Nacional de Colombia, una de las más importantes para aquella época y hoy en día incluso. Donde participa en una nueva edición del Salón de Artistas Colombianos.
En esta oportunidad, gana el primer puesto, consolidándose como el pintor más talentoso del país y además la “Camera Degli Sposi” se encuentra en una de las obras favoritas de Fernando Botero.
En esta época, continua realizando exposiciones en Estados Unidos de Norteamérica, sobre todo en Nueva York donde dicha obra fue vendida a uno de los más grandes empresarios de Chicago, donde no ha vuelto a ser vista.
Sin embargo algo ocurre con aquella obra, pues muchas críticas tanto positivas como negativas han revoloteado alrededor de aquella obra maestra, pues en un principio no gustó del todo tanto a profesionales como aficionados u observadores, poco después fue completamente querida y luego valorada como una completa obra de arte colombiana que debe perseverar hasta el fin de los días ¿Curioso verdad?
En el matrimonio de Fernando Botero, tuvo tres hijos con su primera esposa donde decide separarse de ella el mismo año que nace su tercer hijo siendo ella la directora del Museo Moderno de Bogotá.
Fernando Botero se muda a Nueva York
Aunque ya Fernando Botero era completamente una celebridad artística reconocida, decide mudarse a Nueva York a seguir presentando sus obras que sin embargo no gustaban del todo al público neoyorkino, debido a que los gustos cambiaban continuamente.
Hablamos en la época del expresionismo abstracto, época donde sobresalen nombres como Franz Kline, Jackson Pollock y de Kooning, entre muchos otros más artistas. En este tiempo, creó series de la Mona Lisa donde fueron adquiridas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
En 1962, continua residenciado en Nueva York, siendo una de sus intereses aprender del estilo de artistas pop que están teniendo muy buena receptividad. Una vez vuelve a tener una calma económica, vuelve a casarse en el año 1963.
Introducción a la escultura de Fernando Botero
A partir del año 1964 siente un profundo impulso en aprender escultura, pues siente que algunas de sus representaciones en pintura no pueden ser expresadas en su totalidad, por tanto indaga en modelos tridimensionales.
Una tragedia ocurre en torno a la vida de Fernando Botero pues en un accidente de automóvil donde el artista salió ileso, su hijo Pedro Botero perdió la vida; lo cual también conllevo a separarse de su segunda esposa, Cecilia Zambrano.
Algunos afirman que el estilo de Fernando cambió a partir de la muerte de su hijo. Se instaló en París, teniendo una residencia en Piedrasanta, donde hace una donación enorme de sus pinturas al Museo de Antioquia, donde se le aseguró una sala permanentemente llamada “Sala de Pedrito Botero” en honor a su hijo.
Ya para este entonces, Fernando Botero es uno de los artistas más cotizados de todo el planeta donde se dedicó tanto a la pintura como a la escultura teniendo muchas oportunidades de presentar sus obras a lo largo de los años.
Actualmente Fernando Botero lucha contra las injusticias en todo el mundo así como busca expandir el arte hacia aquellos lugares donde a nadie se les había ocurrido compartir, sin perder un toque de creatividad y además ampliando sus conocimientos, prueba de ello es la obtención de su doctorado Honoris Causa en la Universidad Autónoma de Nuevo León, en México.
Se casó por tercera vez en París, con la artista griega Sophia Vari, donde siguen viviendo en esta increíble ciudad.
Muere Fernando Botero
La muerte de Fernando Botero representaría en la actualidad una de las pérdidas más importantes en el mundo del arte, no solo para Colombia sino para todo el mundo entero, en especial aquellas ciudades donde ha decidido residenciarse.
Obras de Fernando Botero
Una de las características de las obras de Fernando Botero es su originalidad, tanto que muchos artistas han puesto de moda el término de “Boterismo” para la pintura. A lo largo de los años ha tenido muchas obras, donde destacan las siguientes:
• Una familia (1972). Este retrato fue vendido en el año 2011 por 2.080.000 dólares en una casa de subastas en Nueva York.
• Frente al Mar (1951). Obra del segundo puesto para la edición IX del salón nacional de artistas.
• Homenaje a Mantegna (1958). Con esta obra obtuvo el primer puesto en X Salón de Artistas Colombianos y el reconocimiento como el artista más importante de la época en Colombia.
• Escena Familiar (1969). Es una de las favoritas por muchos artistas pues representa no solo un tipo de óleo más representativo de Fernando Botero sino que también se trata de un poco de la personalidad familiar del artista, tomando como ejemplo la Familia Pinzón, importante en su vida.
• La casa de las gemelas Arias (1973). Aunque no es muy conocido como uno de los mejores ejemplos del “boterismo”, durante mucho tiempo fue una de las obras más caras del artista pues fue vendida por 1.403.000 dólares en el año 1992, siendo increíble para la época. Sin embargo fue superada por Los Músicos.
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